Ponemos en el vaso el agua, la miel, la levadura y lo calentamos a 1 minuto, 50ºC y velocidad 2.
Añadimos el huevo y la harina. Mezclamos durante 10 segundos a velocidad 4 y amasamos durante 2 minutos. Mientras tanto añadimos el aceite a hilo fino por la abertura.
Le incorporamos la sal y volvemos a amasar durante 3 minutos. Mientras tanto untamos con aceite un bol y una lámina de film transparente. Cuando haya terminado de amasar, vertimos la masa en el bol y lo cubrimos con el film transparente.
Lo dejamos reposar durante 1 hora hasta que doble su volumen.
Ponemos en un cazo el agua, la levadura y la miel. Calentamos a fuego lento, hasta unos 50ºC, sin parar de remover hasta que la levadura y la miel estén completamente diluidos. Si no dispones de termómetro, controla que el agua esté caliente pero que no queme.
Una vez que lo tengamos listo, lo ponemos en un bol y añadimos el huevo, la harina y amasamos. A continuación le vamos añadiendo el aceite poco a poco sin dejar de amasar.
Cuando este la masa compacta le vamos añadiendo la sal poco a poco (sin dejar de amasar) hasta integrarla totalmente.
Cuando tengamos nuestra masa untamos con aceite un bol y una lámina de film transparente. Vertimos la masa en el bol y lo cubrimos con el film transparente.
Lo dejamos reposar durante 1 hora hasta que doble su volumen.
Pasada nuestra hora, ponemos la masa en una superficie espolvoreada con harina y la amasamos ligeramente para quitarle el aire. La dividimos en tres partes iguales de unos 300 gramos aproximadamente y la volvemos a dejar reposar durante unos 5-10 minutos.
Mientras nuestra masa reposa, tenemos que preparar nuestra bandeja de horno con papel de hornear.
Cubrimos con un paño de cocina las tres porciones y la volvemos a dejar reposar durante 30 minutos.
Cuando han pasado los 30 minutos, volvemos a preparar nuestra superficie con harina y formamos un rulo con cada parte de unos 40 centímetros de largo. Conforme vayamos haciendo los rulos, los vamos colocando en la bandeja. Una los tres rulos en un extremo, forme una trenza y la volvemos a unir en el otro extremo. Presione los extremos y dóblelos hacia dentro para que no se abran. Cubrimos nuevamente con un paño de cocina durante 30 minutos más.
Poco antes de que pasen los 30 minutos, pre-calentamos el horno a 170ºC.
Pasado los 30 minutos, preparamos en un bol la yema de huevo, el aceite, la sal y el agua. Lo batimos y pincelamos la trenza con esta mezcla.
Horneamos durante 20-25 minutos a 170ºC.
Preparamos una rejilla donde pondremos nuestro pan una vez terminado de hornear y lo dejamos reposar hasta que se enfríe. Se puede servir frío o templado.
Ya tienes listo el pan judío. Buen provecho.
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